Una puerta entreabierta
al destino. Una puerta
maciza como el hierro
de tus huesos, morena.
De madera, marrón,
---------de madera.
Como tu cara lisa
y tu suave melena.
Una puerta entreabierta
al olvido. Se cierran
tus ojos, no me miran.
Un portazo resuena.
Un cuadro se desploma
con tus gritos. Y llena
el suelo una vidriera
blanca. Yo, con mi pecho
roto, lleno de pena,
recojo los pedazos
y lamento tu ausencia,
pensando en tu partida,
en cómo me dejaste
--------el alma muerta.
Amiga,
te llevaste contigo
esa sonrisa tierna.
Jorge Andreu