donde el silencio se acaricia.
Un niño duerme
sobre el hombro de su madre, su sueño
convertido en pereza de trabajo.
Escucho el respirar
de un hombre camuflado en su bufanda.
Hasta el cambio de marchas se parece
a un estruendo de tormenta...
¿o será quizá el asiento
de esta joven que lucha por vencer
la resistencia de su pelo?
El silencio es una bruma que emana
de las salidas de emergencia.
...
Por suerte, hay un murmullo
que me pellizca dentro de este libro.
Una voz que sobrevive al naufragio
de tanta soledad.
¡Si pudiera atrapar como tú
el silencio con mis manos heladas!
¡Ay, si pudiera
decir verdades con mentiras!
Como tú, que te apegas a mí como un imán
mientras el mundo se deshace
sediento de silencios electrónicos.
M. Camino
2 comentarios:
Me encanta la poética vida de Marcel.
Acabo de volver y vengo rauda a su lectura.
Un beso Jorge.
Marcel se sonroja con tus palabras, Teresa. Muchas gracias por visitarnos. Siempre es un placer.
Un beso
Jorge Andreu
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