Busca a una mujer joven y hermosa que te cuide como a un niño. La encontrarás un día cualquiera por obra de la casualidad. Os enamoraréis, seréis felices bajo las sábanas y compartiréis el silencio durante la cena. La vida te lo agradecerá con un hijo o dos. Pero búscala siempre con la perseverancia de un pirata en pos de su tesoro. Estará a la sombra de un espejismo y brillará pálidamente. Y cuando logres acallar su ímpetu rociándole la nuca de nobles sentimientos, olvídame a tu antojo como una labor cumplida. Yo te observaré desde el cielo, amor mío.
Jorge Andreu
2 comentarios:
MAJESTUOSO
Gracias, Alberto. Echaba de menos tus comentarios.
Un abrazo
Jorge Andreu
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