domingo, 20 de mayo de 2012

Ramón J. Sender - Imán

Acabo de terminar de leer esta novela y no puedo dejar de compartirlo con vosotros. Este volumen de trescientas páginas se hace corto y largo al mismo tiempo: el placer de su lectura es equiparable al sufrimiento de las vivencias a las que se ve expuesto su protagonista. Sin embargo, es un libro estremecedor.

Publicada en 1930, la primera novela de Ramón J. Sender es un mensaje antibelicista sobre la guerra colonial de Marruecos. Su protagonista, el que da título a la obra, se llama Viance aunque todos lo conocen como Imán porque desde su niñez atrae las desgracias, y así sucede en efecto con su batallón. Desgracia tras desgracia, el soldado apático en que se ha convertido Viance tiene que asistir a las peores atrocidades del ser humano, pasar por alto la muerte de sus compañeros, pensar en su supervivencia antes que en salvar a los demás y no dejarse llevar por sentimentalismos: se trata de un miembro de la comunidad militar, en suma. La postura claramente antibelicista de Sender, su maestría en la narración, la claridad de su prosa, la descripción del ambiente del ejército y, sobre todo, el análisis del comportamiento de cada personaje sin imprimir su sesgo expresamente en el cuerpo de la obra, ha supuesto la consideración de Imán como una de las mejores novelas escritas en español en el siglo XX.

La sensación que me ha invadido durante la lectura es una absoluta tristeza, demoledora, no sólo por lo que se cuenta, sino por lo que no se cuenta. Resulta escalofriante pensar en lo que puede llegar a hacer el ser humano por lograr su supervivencia, por eso cada página tiene un valor tan profundo. Pero aunque resulte desoladora la historia que guarda este libro, es una experiencia que recomiendo a todos los lectores, porque estamos, sin duda, ante una joya de las que ya no se escriben. Además, es un buen medio para quien no se haya iniciado en la obra de Sender, ya que, como sostiene Marcelino C. Peñuelas, en esta primera novela que no lo parece, el autor esboza los rasgos del estilo con el que escribirá el resto de su narrativa. 

Para mí, que ya he leído otros libros de Sender y no me había convencido demasiado, ha sido todo un descubrimiento. Creo que a partir de ahora pocas narraciones sobre guerras me harán temblar tanto como en estas dos semanas. Os deseo la misma experiencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acabo de leer la novela, agosto de 2014, y estoy totalmente de acuerdo contigo. Es una maravilla.