domingo, 23 de septiembre de 2012

Lecturas del verano 2012

El verano ha llegado a su fin y a punto está de comenzar el nuevo curso académico, el último de mi carrera, cuando echo la vista atrás para hacer recuento de mis lecturas desde el mes de junio. Once han sido esta vez los títulos que me han acompañado en una travesía por varias localidades. Algunos ya los he reseñado porque los incluí en el desafío 25 españoles en 2012: es el caso de Si te dicen que caí, Caballeros de Fortuna, Blanco nocturno, Las ciegas hormigas, Réquiem por un campesino español y el aún no reseñado Cuaderno de Nueva York, que he releído constantemente durante el verano. Pero además, algunos títulos de literatura extranjera han significado mucho para mí estos meses:

Rebelión en la granja, de George Orwell. Llevaba años en mi estantería y nunca había encontrado el momento de leerlo. Por lo que tenía entendido, pensé que ahora sí era buena ocasión dados los problemas existentes en la política de este último año, y efectivamente cuando terminé su lectura, en tan sólo una tarde, estaba convencido de cuánta razón tenía el autor. Un profeta contemporáneo que fue capaz de retratar a muchos líderes políticos en cada animal de granja, de criticar la política desde la perspectiva de una fábula, de reconstruir las catástrofes de la avaricia protagonizadas por animales.

El lector, de Bernhard Schlink. Aunque sé que gustó a mucha gente, incluido al poeta que lo recomendó en mitad de una conferencia —y por el que fui en su busca—, me pareció vacío en su mayor parte, falto de interés pese a la atracción que causó en mí la idea principal de la historia. 

El juego de los abalorios, de Hermann Hesse. Este sí que fue un hallazgo por casualidad. Quería leerlo desde hace años, porque Hesse es uno de mis escritores predilectos. Pero fue el azar el que me lo puso por delante en una librería de Santander durante una semana de estancia allí, y me ha dado energía a cada instante desde mediados hasta finales de julio. He hablado de este libro en una entrada sobre los 50 años de la muerte de su autor. Su recuerdo me da escalofríos: se ha convertido en uno de mis libros de cabecera.

Otra vuelta de tuerca, de Henry James. Otro que llevaba mucho tiempo con intención de leer, y al que no me atreví a asomarme hasta que encontré en una web sobre películas de terror una titulada Suspense (1961), con guión de Truman Capote basado en la novela de James. Con este libro viajé a Valencia unos días, lo leí de capítulo en capítulo bajo la luz íntima de una habitación de hotel en la que pasaban cosas extrañas —la televisión cambiaba de idiomas, el espejo del baño me sorprendió con un mensaje de amor en italiano después de una ducha, se oían pasos en la alfombra cuando los dos estábamos acostados—, y capítulo tras capítulo me dejó boquiabierto por esa manera de trasladar al lector de una frase a otra sin dejarlo respirar hasta el punto final de cada pasaje. Excelente.

Paralelo 42, de John Dos Passos. Me lo traje de una librería de Valencia en la que me topé con una oferta que desconocía: los 66 años de Edhasa, con motivo de los cuales habían reducido algunos precios. Sólo conocía a Dos Passos de oídas y ha sido todo un placer descubrir un estilo diferente donde se mezclan múltiples lenguajes con gran cantidad de historias entrecruzadas que retratan la sociedad de principios del siglo XX. Es la primera parte de la trilogía USA, y no descarto buscar pronto las otras dos.

En suma, estas han sido mis lecturas de este verano, a las que debo añadir una que estoy a punto de terminar y que no deja de sorprenderme: La noche de los tiempos, de Antonio Muñoz Molina, una historia sobre la guerra civil española donde el miedo, el silencio y la deserción son protagonistas que salen a la luz durante un viaje de huida en tren. Hablaré de ella más a fondo en unos días.

Jorge Andreu

4 comentarios:

Isi dijo...

Me encantó La noche de los tiempos, un libro imprescindible, un autor imprescindible también.

Jorge Andreu dijo...

A mí me está encantando también. Estoy a 150 páginas del final y no sé si quiero terminarlo. Me alegro de que te guste.

Un saludo

Jorge Andreu

Isabel Martínez Barquero dijo...

Buenas lecturas, Jorge. Disfruté con muchas de ellas.
Un abrazo y buen inicio de curso.

Jorge Andreu dijo...

Gracias, Isabel. Seguro que algunos de estos libros te parecen esenciales.

Un abrazo

Jorge Andreu