domingo, 16 de mayo de 2010

Clavel marchito

Estás ahí tranquilo,
sentado entre las sábanas del vaso,
la cama que te puse
cuando llegaste.
Yo te veo y recuerdo
cómo fuiste aquella mañana cálida
de abril, y cómo ahogaste
tus penas en mis brazos.

Tan lejos está el día
en que dejé tu nombre aquí grabado.

Parece que ha pasado mucho tiempo.

Tus pétalos rojizos
en grises hojas, viejas, se han tornado.
No has querido más agua,
no has sufrido dolores,
tan sólo te has dormido.
---------------En tu vaso
las aguas se estremecen, agitadas
por un perfume fresco a crisantemo.
Hoy huelo a entierro.
---------------Hoy siento
tu tallo encanecido por los años
pasados en diez días,
y veo en tu cabello enmohecido
la fuerza de los ánimos
que ha extinguido cuanta vida tenías.

Se han roto los milagros,
se han puesto a sollozar hasta los gatos.

¡Qué veo! ¡Una hoja ha caído!
Ha recorrido el camino más largo.
Ha vuelto a los principios.
Ha sido ya testigo de la muerte.
Ya no le quedan datos
que conocer. Está cansado.

Se ha sumergido pronto bajo tierra.
Pronto descansará
en el sueño más plácido.

Yo he tomado dos sorbos
y así, tras días felices, he llorado.


Jorge Andreu

15 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Lo de "rojitos" me alucina, a pesar del "tonillo" general.

Jorge Andreu dijo...

Amiga María Jesús, el "rojitos", como te dije, es una errata. En el manuscrito pone "rojizos" desde el principio. Son, como bien sabe nuestra amiga Isabel -que espero que esté llevando adelante su proyecto-, errores debidos a las malditas teclas del ordenador, que tanto odio para escribir. Ahora mismo corrijo la errata.

Gracias por comentar, espero que te haya gustado.

Un saludo.

Jorge Andreu

Alberto Cancio García dijo...

¡Ya ves si está dando de sí el condenado clavel! Si lo llego a saber te regalo un ramo por tu cumpleaños, ¡jaja! Te quiero, brother :)

Jorge Andreu dijo...

Jajaja. Pues claro que ha dado de sí. Con un ramo... no sé qué hubiera escrito, jaja. Gracias por comentar, amigo mío.

Un abrazo. Yo también te quiero.

Jorge Andreu

Sombragris dijo...

Fue como un cometa...hermoso hasta el final.Bello recuerdo...un abrazo...tenemos que hablar...mi correo alfonso_baro@yahoo.es ... mandame el tuyo y hablamos.

Jorge Andreu dijo...

Gracias, Alfonso. Me alegro de que te haya gustado. Enseguida te escribo a tu correo y entramos en contacto.

Otro abrazo.

Jorge Andreu

Eastriver dijo...

Metáforas arriesgadísimas y eficaces: me quedo con la sábana del vaso. ¿Dónde estudias filología hispánica? Yo me licencié hace años en Barcelona. Doy una vuelta por tu blog, con tu permiso.

Jorge Andreu dijo...

Gracias, Eastriver. José Hierro tiene un poema que me gusta mucho con ese título ("A orillas del East River"). Espero que te haya gustado este poema, y espero que sea agradable tu paseo por mi blog. Gracias por llegar a este rincón del mundo.

Yo estudio 2º de Hispánica en Cádiz. Como ves, a gran distancia. Y sin embargo nos encontramos aquí. Quédate un rato conmigo, tómate un café corto y disfruta leyendo como yo lo hago al escribir. Invito yo.

Un saludo.

Jorge Andreu

ARO dijo...

Muy buen poema, me ha gustado este poema y otras entradas de tu blog que he leído. Volveré por aquí cada vez que pueda. Un saludo.

Jorge Andreu dijo...

Gracias, Arobos. Serás bien recibido cada vez que quieras entrar. Yo paso de vez en cuando por tu blog y hay cosas muy interesantes.

Un saludo.

Jorge Andreu

Aleda dijo...

Me he quedado sin palabras. Las metáforas me parecen increíbles. Aún así, debo decir que (a pesar del título) este es el clavel más especial del que he oído hablar jamás y gracias a tus letras nunca se marchitará, sino que permanecerá en el tiempo.
Un saludo.
Adela

Anónimo dijo...

Gracias, Adela. Me alegro mucho de verte pasar por este blog, y sobre todo de que te gusten mis textos. Espero no defraudarte con lo siguiente.

Un abrazo.

Jorge Andreu

Jorge Andreu dijo...

Perdón, error de tecleos. El comentario anterior, de Quirós, era mío. Estas cosas pasan cuando te dejan un ordenador por un momento, sobre todo a gente como yo.

Un abrazo a todos.

Jorge Andreu

Isabel Martínez Barquero dijo...

Jorge, cómo ha crecido tu casa y yo que me alegro muchísimo.
Pues me ha gustado el clavel deshojándose. Admiro la poesía de las pequeñas cosas observadas. Yo soy muy torpe para eso; sólo me sale poesía cuasi-metáfisica. Demasiado para el cuerpo.
Un besazo.

Jorge Andreu dijo...

Querida Isabel, mil gracias por volver a mi humilde rincón. A observar las cosas pequeñas de este mundo tan grande. Un clavel con hojas grises del que aún no quiero deshacerme.

Un fortísimo abrazo, amiga mía.

Jorge Andreu