viernes, 10 de julio de 2009

Para Sofía, por su decimonoveno cumpleaños

Tardío, como los juegos de Olías,
es para mí este obsequio literario
que guarda tu nombre en un santuario.
Porque desde hace tiempo te debía

un regalo por ser ese gran día
en que tu edad avanza, mi anticuario
me deja en saldo el desgastado acuario
donde años ha lloré la gota fría.

Por eso, prima y amiga del alma,
mi pluma se sosiega y, con la calma
que proporciona un viaje al lejano hades,

cumple con mi deseo de enviarte
una muy breve muestra de este arte
que nos permite amar: felicidades.

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