viernes, 28 de mayo de 2010

La puerta de tu boca

Una puerta entreabierta
al destino. Una puerta
maciza como el hierro
de tus huesos, morena.
De madera, marrón,
---------de madera.
Como tu cara lisa
y tu suave melena.

Una puerta entreabierta
al olvido. Se cierran
tus ojos, no me miran.
Un portazo resuena.
Un cuadro se desploma
con tus gritos. Y llena
el suelo una vidriera
blanca. Yo, con mi pecho
roto, lleno de pena,
recojo los pedazos
y lamento tu ausencia,
pensando en tu partida,
en cómo me dejaste
--------el alma muerta.

Amiga,
te llevaste contigo
esa sonrisa tierna.


Jorge Andreu

12 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Si son sentimientos, que sepas que todo pasa. Y le habrás sacado a esa ausencia el beneficio de una hermosa poesía.

Jorge Andreu dijo...

Son sentimientos. Pero esto sucedió hace ya muchos años. Gracias por lo de "hermosa poesía", me alegro de que te guste.

Un abrazo.

Jorge Andreu

ARO dijo...

Muy buen poema, Jorge. Me ha gustado porque expresas muy bien esos sentimientos que todos en un momento determinado hemos sentido. Pero, en fin, ya vendrá otra.

Jorge Andreu dijo...

Vino, Aorobos, vino otra. Esto, como le he dicho a María Jesús, sucedió hace muchos años. Yo era adolescente y enfadado con el mundo, ella me dejó plantado, como a todos nos han dejado alguna vez. Más allá de las noches sin dormir, no le guardo rencor.

Me alegro de que te guste, amigo mío.

Un abrazo.

Jorge Andreu

Isabel Martínez Barquero dijo...

Jorge, me ha gustado mucho. El ritmo está muy conseguido (ay, si fuéramos Federico y consiguiéramos el del "Romancero Gitano", ¿verdad?).
Dentro de ser un poema que se duele por la ausencia del alguien que se marchó, me parece un poema saltarín, precioso, chispeante, de los que se regocijan con la cadencia. Bravo.
Un beso.

Jorge Andreu dijo...

Vaya, impresionante comentario, Isabel. "Un poema saltarín, precioso, chispeante, de los que se regocijan con la cadencia". Gracias por esas palabras.

Creo que nunca llegaremos a ser Federico, amiga mía, por más que lo intentemos. Ni los grandes que hay en nuestra época le llegan al tobillo a Federico.

Un fuerte abrazo.

Jorge Andreu

Paloma Corrales dijo...

Me gusta Jorge, tiene ritmo y te envuelve ligero, a pesar de la ausencia se hace querer este poema.

Un beso.

Jorge Andreu dijo...

Gracias, Paloma. Realmente, creo que la mejor poesía es la triste. La mejor literatura. Y más: la mejor manifestación del arte es la que tiene por temática la tristeza. Me alegro de que te guste.

Un saludo.

Jorge Andreu

Aleda dijo...

Sencillamente, genial. Me ha encantado. El hecho de que ocurriese hace mucho o poco tiempo la situación que te llevó a escribir esto, no es importante. Porque en cada palabra hay un toque mágico que hace de este poema una suave tela de seda que te envuelve en sentimientos ya conocidos, independientemente del tiempo, olvidados o no.

Me parece un detalle precioso.

Un beso.

Adela.

Jorge Andreu dijo...

Gracias por tus palabras, Adela. Como dices, el hecho de que sucediera hace más o menos tiempo es lo menos importante. Me alegro de que hayas disfrutado con esos toques mágicos que has encontrado entre este cúmulo de palabras.

Un abrazo.

Jorge Andreu

Patricia Angulo dijo...

Un gusto haberte leído Jorge, he venido desde Café Madison atraída por tu admiración sobre García Montero a quien también admiro y sentí curiosidad de tus letras (pensé, si admira a Montero tiene que ser bueno:) y no me equivoqué.

Besos

Jorge Andreu dijo...

Vaya, pues muchas gracias por acceder aquí a partir de dos grandes nexos: el de la buena Madison y el del magnífico poeta Luis García Montero; y sobre todo, por disfrutar con la lectura de estos versos. Espero verte más veces por aquí.

Un saludo.

Jorge Andreu