sábado, 21 de julio de 2012

Juan Marsé - Si te dicen que caí

Algunos de vosotros sabéis que Juan Marsé es uno de esos autores a quienes sigo la pista. Desde que recibió el Premio Cervantes mi interés ha ido en aumento hacia su obra: empecé por Rabos de lagartija, que me pareció espléndida, y después, como por azar, hice aquella reseña de Caligrafía de los sueños con la que participé en el concurso Price Minister, gracias a la cual resulté ganador. Luego leí, por supuesto, la novela, que volvió a impresionarme. Pero ninguna me ha calado tanto como Si te dicen que caí. Parafraseando la cita de Eduardo Mendoza que aparece en la solapa de la edición de Debolsillo, Marsé no escribe una página donde no suceda nada interesante. La lectura de sus novelas siempre es una aventura, aunque en este caso la aventura sea una escarpada cuesta.

Si te dicen que caí está formada por una serie de testimonios de niños de la posguerra que se sentaban en corro a contarse «aventis» y que ven con ojos diferentes la realidad cruda del Franquismo. Y es por los distintos testimonios y la participación de los niños que los discursos se entrecruzan en una línea magistral de casi cuatrocientas páginas de juegos sucios, acciones detectivescas, travesuras y tormentos. No podría resumir la historia en pocas palabras, pero sí la novela: imprescindible, porque así la considero. Aunque las imágenes son duras, difíciles de digerir en ocasiones, no hay nada más fiel a la realidad.

Marsé habla en el prólogo del modo en que escribió esta joya, sin tener en cuenta la censura ni el público, y creo que acertó en todo cuanto hizo. De lo contrario, tal vez no se trataría de una de las novelas más representativas no sólo del autor, sino de una generación de escritores que se han dado en llamar la Generación del 50, donde se dice que primaba el tema social. Este es un claro ejemplo. Hasta estos días del verano, creo que es una de las mejores lecturas que he hecho.

4 comentarios:

gadi dijo...

Sabía yo que te iba a gustar :D Resulta muy confusa en ocasiones, pero es impresionante ver cómo se va aclarando todo poco a poco conforme van pasando las páginas, y cómo evolucionan los personajes.

Jorge Andreu dijo...

Es un novelón. Aunque a veces creo que el discurso lo hubiese podido pulir un poco y cuidar algo más la forma de la frase, las imágenes hacen que uno le perdone absolutamente todo. Marsé es uno de los grandes de ahora, estoy seguro.

Un abrazo, amigo mío.

Jorge Andreu

Aurora Lejana dijo...

Hola! he llegado a tu blog por casualidad y me ha gustado mucho. Con tu permiso, me quedo...y me apunto la recomendación porque promete.

Jorge Andreu dijo...

Hola, Aurora. No sé de dónde vienes ni cómo has llegado hasta aquí, pero me alegra mucho verte llegar. Eres bien recibida. Siéntate cómoda y toma algo.